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España - Madrid. “En San Valentín la policía nos dejó semidesnudos en un descampado”

beso-chicos.jpg Juan y su novio nunca olvidarán San Valentín. Ese día, como miles de parejas, optaron por buscar intimidad en el coche porque, “como no tenemos casa, nos buscamos la vida!”, explica Juan en una carta publicada el pasado viernes. Nunca imaginaron que acabarían semidesnudos, a tres grados y en un descampado.

La pareja se conoció por Internet. Juan tiene 29 años, trabaja en una ETT y es de un municipio del sur.

Esa noche “empezamos a chatear, me entraron ganas de verle y le fui a buscar en coche a su casa”.

Decidieron irse a un descampado de Vicálvaro en busca de intimidad.

Los pantalones del revés

!De repente vimos unas luces de Policía. Con los nervios me puse los pantalones del revés y unos agentes me pidieron la documentación”, explica Juan.

“Como tenía el carné de conducir caducado, llamaron a la grúa”, se llevaron el coche y se fueron. Sin comerlo ni beberlo, estos novios se vieron “en un descampado, porque la Policía no quiso acercarnos a una parada de autobús, y sin abrigos, porque, como íbamos a estar en el coche, los dejamos en casa”.

“Si en lugar de ser gays hubiéramos sido una chica y un chico, no nos hubiesen tratado así”, cree Juan.

El Ayuntamiento de Madrid dice que se actuó correctamente. “Cuando alguien tiene el permiso caducado se le retira el coche, aunque si creen que sus derechos se han menoscabado, pueden reclamar”, afirma un portavoz.


CARTA ORIGINAL PUBLICADA POR 20MINUTOS.ES
El peor San Valentín de mi vida

J. C. B. 16.02.2007
Este martes por la noche me encontraba con mi pareja en un descampado, entre Vicálvaro y Rivas. Como no tenemos casa, hacemos nuestras cosas en el coche. Eran las cuatro de la mañana y allí estábamos, en camiseta.
Al rato se acerca una patrulla de la Policía Local de Madrid, enfocándonos con las luces y sin darnos tiempo a vestirnos. Nos piden la documentación. Yo tenía el carné caducado desde hacía unos días. Me lo retiran, me dicen que no puedo conducir y que van a llamar a la grúa para que se lleven el coche, según me explican, porque el sitio no es muy seguro y me lo pueden robar o quemar. Me quedo asombrado, porque ni el coche molesta, ni está prohibido aparcar allí ni yo estaba conduciendo.

Al final nos dejan a mi pareja y a mí en mitad de la nada, en una carretera solitaria y, según ellos, peligrosa, solos a las cuatro y media de la mañana, sin prendas de abrigo y a tres grados. Tuvimos que recorrer varios kilómetros hasta llegar a una parada de autobús y, luego, esperar una hora.

Gracias por hacerme pagar 100 euros de grúa. Gracias por el peor San Valentín de mi vida. Y gracias por las risas cuando visteis que éramos dos chicos.

Fuente: 20minutos.es

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