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Eloy y Pedro no pudieron defenderse de una brutal paliza

Las Palmas de Gran Canaria/ Eloy Ortega estuvo asfixiándose durante al menos dos horas(un policía observa fotos de los cuerpos). Fue el segundo en morir, pues Pedro, su compañero sentimental abrió la puerta y sufrió al menos 70 golpes antes de que los agresores se subieran en su espalda y tirasen con una fuerza tan "bestial" de un cable amarrado a su cuello que le causó un estiramiento en su espina dorsal.



Eloy Ortega, conocido peluquero en el barrio de Guanarteme, y su compañero sentimental, Pedro Ortega, sufrieron una brutal paliza de la que no pudieron defenderse cuando varias personas entraron a su domicilio para robar el 29 de septiembre de 2004. Hoy le ha tocado el turno de declaración a los médicos forenses, durante la vista oral que se celebra esta semana en la Audiencia Provincial de Las Palmas.

La médico forense que practicó la autopsia, Luisa García Cohen, manifestó que además de los numerosos golpes que presentaban ambos cadáveres, sufrieron agresiones sexuales y un estrangulamiento "agónico" que les causó la muerte.

No había signos en el domicilio de que se hubiera producido una pelea tan grande como para ocasionar las dos muertes, por lo que se deduce, además de por los resultados de la autopsia, que las víctimas no pudieron defenderse.

Aparecieron los cadáveres con la ropa interior bajada, lo que revelaba una presunta agresión sexual. "Eloy tenía una exagerada dilatación y rotura del ano, así como un desgarro en el esfínter. Pedro tenía heridas similares pero contraídas por la defensa", afirmó la forense, quien explicó que pudo deberse a que agredieron sexualmente a las víctimas con un objeto superior a 30 centímetros de largo y más de cinco de diámetro, que pudiera corresponderse con lámparas de lava que había en el domicilio de Churruca.

Pedro murió en primer lugar, posiblemente mientras su compañero lo veía, puesto que los cadáveres aparecieron en el sofá (Pedro) y en la cama (Eloy); "aunque no fueron asesinados ahí, sino colocados después de muertos".

Pedro era un hombre muy corpulento, casi de 100 kilos, explicó tanto la forense como sus familiares, y además, "no se amilanaba", de ahí que no presentase heridas de defensa, aunque sí lesiones como un fuerte golpe en la cara que le causó la rotura del globo ocular. El cadáver de Pedro, que presentaba similares lesiones a las de los ahorcados, tuvo que ser agredido en el suelo y por varias personas. "Probablemente - argumentó García Cohen- lo tumbarían sobre una superficie dura, se subirían sobre su espalda, y una vez atado, tirarían hacia atrás con una fuerza brusquísima del cable anudado al cuello, lo que le causó un estiramiento de su médula espinal".

ELOY TARDÓ EN ASFIXIARSE AL MENOS TRES HORAS

Eloy Ortega, tenía múltiples golpes, como su compañero sentimental, pero su cráneo revelaba que le habían pisado la cabeza y hematomas en el abdomen que alcanzaban el intestino, los testículos, y diversas partes del cuerpo. Además, Eloy padecía una bronquitis crónica y una rinitis que le impedía respirar sin dificultad.

Lo amordazaron con la manga de una camisa y con un cable que le unía a la cama. Las manos estaban atadas de manera independiente, de forma que cuando se asfixiaba e intentaba quitarse la mordaza, él mismo se apretaba el cable que lo estaba estrangulando.

De este modo, y tras haber sufrido una agresión sexual, una paliza y presenciar la muerte de su pareja, durante más de tres horas, Eloy estuvo agonizando.

Posteriormente, los agresores cambiaron de sitio los cuerpos, limpiaron los restos de sangre, ordenaron el piso y se llevaron un botín que no asciende a más de 120 euros, diversas joyas y varios móviles. En las conclusiones finales, la acusación particular afirmó que "a razón del botín, al ser cuatro presuntos autores materiales, la vida de cada uno de ellos costó sólo 15 euros".

NI TRASTORNOS NI DROGAS

La médico forense manifestó que ninguno de los cinco imputados (uno de ellos, de cómplice de robo), presentaban ningún trastorno mental que impidiera tener todas sus facultades mentales. Además, ni en las víctimas ni en los agresores se presentaban sustancias tóxicas ni signos de dependencia.

"Todos los actos se cometieron concatenados y dirigidos inteligentemente hacia un fin. Conocían el lugar de los hechos y lo que iban a hacer", aseguró García Cohen.

El fiscal recordó al jurado en su informe final, que aunque ninguno de los acusados reconoce que apretó el cuello de sus víctimas, todos estaban allí y ninguno impidió lo que las dos víctimas muriesen.

Tanto el Ministerio Público como la acusación particular de Eloy y Pedro Ortega, han elevado a definitivas sus peticiones consistentes en 52 años para los cuatro imputados en delitos de sangre, consistentes en robo con violencia, dos detenciones ilegales, delitos de asesinato y encubrimiento a Sergio S.S.

La acusación, ejercida por Josefina Navarrete y Francisca Ruiz difiere en la petición de 65 años por los mismos delitos y en la cuantía de la indemnización. El resto de los letrados mantuvieron también sus peticiones excepto el letrado de Fernando R, ‘Nandy' que solicita 3 años de cárcel por cómplice de homicidio imprudente y el de Claudio G.M., ‘Chino' por un delito de robo con violencia.

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